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Dirección de Comunicación Social

Los vecinos de los barrios del Santuario, Cristo Rey, Tepeyac, Colinas del Tepeyac, Linda Vista y Sur de Cristo Rey, tuvieron a bien organizarse, para de manera coordinada con las autoridades eclesiásticas de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, realizaran una procesión que salió del cementerio municipal, recorriendo diversas calles de la ciudad, hasta llegar a los píes del monumento a Cristo Rey, en este lugar poco más de dos mil personas, estuvieron presentes en todos los actos religiosos celebrados en la capilla del lugar, así mismo estuvieron preparando los alimentos que serían repartidos entre los asistentes, notándose en su participación una fuerte dosis de fe y orgullo por San José Sánchez del Río.

 

 

 

Una vez que fue declarado oficialmente Santo por el Papa Francisco en la ciudad de Roma, se lanzaron al aire, los fuegos pirotécnicos que iluminaron el cielo a los gritos de ¡Viva Cristo Rey!, ¡Viva la Vírgen de Guadalupe!, ¡Viva José Sánchez del Río!, ¡Viva Sahuayo!.

 

 

 

Todo el tiempo los peregrinos contaron con la asistencia de los elementos de seguridad pública y de protección civil del municipio, los festejos y cánticos continuaron aún después de las cinco de la mañana.

 

 

 

La celebración de la canonización de San José Sánchez del Río, en cuanto a los eventos festivos religiosos concluyeron en Sahuayo con un recorrido de la antorcha “José Sánchez del Río”, que se inició en la explanada del templo, pasando por las parroquias y calles de la ciudad, y culminó en la Parroquia de Santiago Apóstol.

 

 

 

El ambiente en Sahuayo fue muy festivo. Desde que en Sahuayo nos enteramos que el Papa Francisco decretó el milagro para su canonización sentimos mucha alegría y felicidad, y comenzamos los preparativos para celebrarlo”, dijo José Francisco Amezcua, responsable de la pastoral juvenil de la iglesia de San José Sánchez del Río.

 

 

 

Todo Sahuayo se vistió de fiesta, de colores blanco y amarillo, simbolizando los colores del Vaticano, y rojo que es el color del martirio”, agregó.

 

 

 

Como organizadores de la celebración de la canonización en Sahuayo, “todos nos dimos la tarea de conocer más de fondo a Joselito y descubrir en él una vida del Evangelio. Nos preparamos con diferentes actividades, como semanas de evangelización y de preparación para personas que apoyaban en los eventos”.

 

 

 

San José Sánchez del Río “es un modelo de fe, de entrega a Cristo y a la Iglesia. Destaco su amor, su fortaleza y su valentía, al defender los principios cristianos que le inculcaron sus padres. Eso lo he tomado como ejemplo para querer mucho a mi familia y a dar todo por la Iglesia”, señaló Amezcua.

 

 

 

Es un orgullo que un paisano tuyo llegue a los altares”, continuó José Francisco, “nos lleva a un compromiso de que esto no quede en un mero festejo, sino que nos lleve a ser mejores cristianos, más católicos, apoyar al prójimo, a ser fuertes y a ser defensores de nuestros valores y principios que últimamente han sido atacados”.

 

 

 

Fue el seminarista Alfonso Cázares Cacho, quien en la plaza “Libertador Miguel Hidalgo y Costilla” de esta ciudad de Sahuayo, interpretó para los miles de sahuayenses apostados en dicho lugar el monologo “José Sánchez del Río”, en el que detalla de manera protagónica el martirio del joven sahuayense después de haber sido capturado por las tropas federales en la Guerra Cristera.

 

 

 

Quiero ser cristero!

 

José veía a los valientes cristeros que pasaban veloces en sus caballos por las calles de su pueblo, les oía gritar con gallardía: ¡Viva Cristo Rey!, ¡viva la Santísima Virgen de Guadalupe!, escuchaba los relatos que contaban los mayores sobre sus hazañas en el campo contra los perseguidores de Cristo. ¡Él también soñaba en irse con ellos para defender los derechos de Cristo Rey en su patria!

 

 

 

Pero había un problema: sus papás no se lo permitían debido a su corta edad. José no se desanimó, y tanto insistió que, después de escribir varias veces, con apenas 13 años logró que le permitieran enrolarse en las fuerzas cristeras que luchaban al mando del general Prudencio Mendoza, jefe de los cristeros de la zona de Cotija y sus alrededores.

 

A su mamá, que con razón se oponía a sus deseos de ir a la lucha, debido a su corta edad, José le respondía:

 

 

 

Mamá, nunca ha sido tan fácil ganarse el cielo como ahora” .

 

El general Mendoza, viendo la resolución y ánimos de José por ser cristero, lo admitió finalmente en la tropa. Durante los primeros siete meses no le fue permitido usar aromas, pero sirvió como ayudante de los soldados cristeros. José era bastante apreciado en la tropa cristera porque desde el inicio se distinguió por su servicialidad. Se le veía por todos lados del campamento, engrasando las armas, friendo los frijoles de la comida, cuidando que a los caballos no les faltara agua y pastura.

 

 

 

El combate había sido sangriento y más duro que en otras ocasiones. Esta vez también José y sus compañeros cristeros se encontraban en una notable desventaja numérica, ya que los soldados federales eran diez veces más que los defensores de la fe.

 

 

 

¡Mi general, aquí está mi caballo: sálvese usted, aunque a mí me maten! Yo no hago falta, y usted sí.”

 

Le había dicho José Luis, en una rápida y valiente determinación, a su jefe Luis Guízar Morfín, cuando los federales mataron a su caballo de un balazo. Entonces José Luis se acercó sin vacilar, saltó ágilmente de su montura y la entregó a su jefe, quien le dirigió una última mirada de aprecio y, dándole las gracias, se alejó para reunirse con otros cristeros que también se replegaban.

 

 

 

Aquel lunes 6 de febrero de 1928 por la mañana, el grupo de soldados cristeros que comandaba el general Luis Guízar Morfín había sido sorprendido cerca de Cotija, Michoacán, por fuerzas muy superiores en número del general callista Anacleto Guerrero. Los cristeros se vieron obligados a combatir, pero por la escasez de municiones para sus rifles y por ser menos, se iban replegando hacia una loma para organizar su retirada, mientras disparaban las balas de que disponían. La cosa se volvió desesperada en esta ocasión para los cristeros, quienes raramente volvían la espalda al enemigo. Entonces, los que no habían caído muertos huyeron o cayeron prisioneros, y entre estos últimos estaba también José Sánchez del Río.

 

 

 

Me han hecho prisionero porque se me acabó el parque, ¡pero no me he rendido!”

 

Dijo el valiente niño cristero al general Anacleto Guerrero, cuando esa tarde lo llevaron ante su presencia, en el cuartel de Cotija. Normalmente, los soldados del gobierno fusilaban o colgaban de los árboles de la plaza o de los postes de telégrafo a todos los cristeros que capturaban vivos. Actuaban así para asustar y escarmentar a los pacíficos ciudadanos y a todos lo que apoyaran la causa cristera.

 

 

 

Tú lo que eres es un mocoso que no sabe en lo que lo están metiendo. ¿Quién te manda combatir al gobierno? ¿No sabes que eso es un delito que se paga con la muerte?”

 

 

 

Lo reprendió el general callista, en tono amenazador. A continuación, en vez de fusilarlo como a los otros cristeros aprehendidos en el combate, mandó meter a José Luis en la cárcel de Cotija para hacerlo reflexionar y asustarlo, pensando que así dejaría la causa cristera. Ya había pensado que al día siguiente se lo llevaría prisionero a Sahuayo, su lugar natal, para presionar a sus familiares y darle un escarmiento al pueblo católico. Pero Dios tenía también otro plan para valerse de su futuro mártir y recibir la gloria que solamente a Él le es debida.

 

 

 

Desde Cotija, José escribió a su mamá esta hermosa carta:

 

Cotija, Mich., lunes 6 de febrero de 1928.

 

Mi querida mamá:

 

Fui hecho prisionero en combate en este día. Creo que en los momentos actuales voy a morir, pero nada importa, mamá. Resígnate a la voluntad de Dios; yo muero muy contento, porque muero en la raya al lado de nuestro Dios. No te apures por mi muerte, que es lo que me mortifica:

 

Antes diles a mis otros dos hermanos que sigan el ejemplo de su hermano el más chico, y tú haz la voluntad de Dios. Ten valor y mándame la bendición juntamente con la de mi padre. Salúdame a todos por última vez y tú recibe por último el corazón de tu hijo que tanto te quiere y verte antes de morir deseaba.

 

José Sánchez del Río.”

 

 

 

Problemas con los gallos

 

El diputado Rafael Picazo había manchado convirtiéndola de Casa de Dios en un gallinero; allí, el Rafael Picazo guardaba sus gallos de pelea. José se indignó a la vista de aquel ultraje contra la casa de Dios. No lo pensó dos veces y una vez que logró desatar sus manos de las ligaduras, se dedicó esa noche a retorcer el pescuezo de los gallos de Picazo. Acabada su tarea, se recostó en un rincón y se durmió.

 

 

 

El día siguiente, 8 de febrero, al enterarse el diputado Picazo de la suerte que habían corrido sus gallos, se presentó iracundo en la iglesia parroquial y con palabras gruesas e insultos recriminó a José su acción. Éste le contestó:

 

 

 

La casa de Dios es para venir a orar, no para refugio de animales.”

 

Picazo lo amenazó diciéndole que si estaba dispuesto a todo. La respuesta del valiente cristero no se hizo esperar:

 

 

 

A todo. Desde que tomé las armas estoy dispuesto a todo. ¡Fusílame!, para que yo esté luego delante de nuestro Señor y pedirle que te confunda.”

 

 

 

Esto fue la gota que volcó el vaso de la ira en Picazo, aquel enemigo acérrimo de los cristeros. Ahora sí, sin remedio, la muerte de José Luis y la de Lázaro su compañero de prisión, eran seguras. En el transcurso de esa mañana, miércoles 8 de febrero, los familiares de José les llevaron el almuerzo, pero el angustiado Lázaro no tenía apetito ni ánimos. José, que era unos años menor pero poseía mayores ánimos, le dijo entonces:

 

 

 

Ánimo, Lázaro. Vamos comiendo bien. Nos van a dar tiempo para todo y luego nos fusilarán. No te hagas para atrás. Duran nuestras penas mientras cerramos los ojos.”

 

 

 

A las cinco y media de esa tarde sacaron a Lázaro para ahorcarlo y José fue obligado a ponerse junto al árbol de la ejecución. Y colgaron a Lázaro. Al cabo de unos minutos de colgado lo creyeron muerto, bajaron su cuerpo y lo arrastraron al cercano cementerio, donde lo abandonaron. Pero Lázaro no estaba muerto, se reanimó y huyó trabajosamente.

 

 

 

A José lo llevaron allí para asustarlo y ver si renegaba de su fe en Cristo, pero él se dirigió a los verdugos y con gesto enfático les dijo que también a él lo mataran. Sin embargo, al ver que no habían logrado asustarlo ni que renegara, volvieron a meterlo en el templo y allí quedó encerrado solo.

 

 

 

Mi vida por cristo. ¡viva cristo rey!

 

Entre tanto, el papá de José ya estaba haciendo gestiones desesperadas para intentar rescatarlo con dinero. Pero el callista general Guerrero exigía cinco mil pesos a cambio de la libertad de José, una cantidad que en aquel entonces era una fortuna. El afligido padre no podía reunir tan enorme suma, y ofreció en cambio su casa, muebles y cuanto poseía. El diputado Picazo vociferó que de todos modos, con dinero o sin él, “en las barbas de su padre lo mandaría matar”.

 

 

 

Entonces, José se enteró de los esfuerzos que hacía su familia para liberarlo y pidió que no se pagara por su rescate ni un solo centavo. José ya había hecho su resolución de morir antes que traicionar en lo más mínimo a Cristo Rey. Todo el pueblo de Sahuayo sabía lo que pasaba y rezaba por José y su familia. La tensión por lo que se veía que iba a suceder con el niño cristero crecía a medida que pasaban las horas.

 

 

 

Enterado ya de que se había dado la sentencia de muerte contra él, José escribió su última carta y la dirigió a una de sus tías:

 

Sahuayo, 10 de febrero de 1928.

 

Querida tía:

 

Estoy sentenciado a muerte. A las ocho y media de la noche llegará el momento que tanto he deseado. Te doy las gracias por todos los favores que me hiciste tú y Magdalena. No me encuentro capaz de escribir a mi mamá: tú me haces el favor de escribirle. Dile a Magdalena que conseguí que me permitieran verla por última vez y creo que no se negará a venir (para que le llevase la Sagrada Comunión), antes del martirio. Salúdame a todos y tú recibe como siempre y por último el corazón de tu sobrino que mucho te quiere… Cristo vive, Cristo reina, Cristo impera y Santa María de Guadalupe.

 

Firmado: José Sánchez del Río.

 

 

 

El viernes 10 de febrero de 1928, cerca de las 6 de la tarde, sacaron al valiente niño cristero del templo convertido en prisión y lo trasladaron al cuartel. Al acercarse la hora de su sacrificio, los soldados del gobierno comenzaron por desollarle los pies con un cuchillo, pensando que José se ablandaría con el tormento y terminaría pidiendo clemencia a gritos, pero se equivocaron. Al sentir los tremendos dolores en su propio cuerpo, José pensaba en Cristo en la cruz y se lo ofrecía todo mientras gritaba ¡Viva Cristo Rey!

 

 

 

Dios le dio la fortaleza para caminar hacia el sitio de su martirio gritando vivas a Cristo Rey y a Santa María de Guadalupe, en medio del asombro y edificación de todos los presentes. Llegados al cementerio, se paró al borde de su propia fosa mientras seguía vitoreando a Cristo Rey. Los verdugos acribillaron su cuerpo maltratado a puñaladas, hasta que el capitán de la escolta decidió acabar con todo y disparó con su fusil a la cabeza del mártir, que ya se encontraba derrumbado en la fosa. Sus últimas palabras fueron “¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Santa María de Guadalupe!”

 

 

 

La conmoción y silencio respetuoso de los espectadores eran indescriptibles. Se oían suaves los sollozos de la madre de José, que lo acompañó hasta el último momento mientras rezaba por su hijo. Los habitantes del pueblo nunca habían presenciado algo semejante; los mismos soldados federales, que actuaron de mala gana obedeciendo las órdenes, estaban admirados de tanta valentía.

 

 

 

El cuerpo del niño mártir cayó en la fosa y quedó ahí sepultado como el de un animal, sin ataúd ni mortaja. Así recibió directamente las paladas de tierra. Eran las 11:30 de la noche del viernes 10 de febrero de 1928. El mártir de Cristo Rey entraba en la gloria, pero dejaba a todos sus paisanos y a los demás compañeros cristeros un ejemplo de valentía y de fidelidad a la santa causa, que sólo se podía explicar sabiendo que el mismo Jesucristo le había dado la fortaleza para comportarse como un auténtico mártir.

 

Desde las cinco de la mañana del domingo 16 de octubre en la plaza principal, la Dirección de Cultura del municipio de Sahuayo presidido por el Arq. Rodrigo Sánchez Zepeda de manera coordinada con el Sindicato de Músicos de esta localidad, organizaron un concierto musical que finalizó a las once de la noche, con la finalidad de festejar la canonización de San José Sánchez del Río.

 

 

 

Los grupos participantes en este magno concierto fueron: Micro Mariachi del Pepe el Muertero, Banda CM, Mariachi 30 – 30, Mariachi Perla 2000, Grupo Los Auténticos, Grupo Serenatas Musicales, Grupo Norteño Nuevo Taconazo, Cuarteto Los Terribles, Grupo Voces, Grupo Destello de Luz, Grupo Essencia Musical, Banda Marimbol, Grupo Selección Musical, Grupo Cassio, Grupo Brodway y Grupo Diamante Show, , todos ellos con su participación le dieron el toque festivo a la celebración de la santificación de San José Sánchez del Río, derrochando su talento musical.

 

 

Los miembros de la Guardia Nacional Cristera, llevaron a cabo este pasado sábado 15 de octubre, la procesión con motivo de la santificación del mártir sahuayense, José Sánchez del Río, misma que dio inicio en punto de las siete y media de la noche, en las puertas del cementerio municipal, lugar en el que fue ultimado el mártir sahuayense, recorriendo distintas calles y barrios de la localidad, y llegar a la Calzada de los Mártires Cristeros, misma que fue bellamente decorada con estampas de la guerra cristera.

 

 

 

Cabe señalar que en la Calzada de los Mártires Cristeros, fue numerosa la participación de los sahuayenses, quienes recibieron fieles a su costumbre con grandes muestras de hospitalidad a los visitantes, todos los asistentes participaron en las diferentes actividades religiosas, como lo fueron la vigilia de oración penitencial, celebración de la eucaristía, la repartición de alimentos o molienda que fue ofrecida por los vecinos de la Calzada.

 

 

 

Finalmente todos frente a la pantalla gigante instalada fueron parte de la ceremonia de canonización del nuevo santo José Sánchez del Río, celebrada en Roma poco después de las tres de la mañana hora local.

 

 

 

Los miembros de la Guardia Nacional Cristera, llevaron a cabo este pasado sábado 15 de octubre, la procesión con motivo de la santificación del mártir sahuayense, José Sánchez del Río, misma que dio inicio en punto de las siete y media de la noche, en las puertas del cementerio municipal, lugar en el que fue ultimado el mártir sahuayense, recorriendo distintas calles y barrios de la localidad, y llegar a la Calzada de los Mártires Cristeros, misma que fue bellamente decorada con estampas de la guerra cristera.

 

 

 

Cabe señalar que en la Calzada de los Mártires Cristeros, fue numerosa la participación de los sahuayenses, quienes recibieron fieles a su costumbre con grandes muestras de hospitalidad a los visitantes, todos los asistentes participaron en las diferentes actividades religiosas, como lo fueron la vigilia de oración penitencial, celebración de la eucaristía, la repartición de alimentos o molienda que fue ofrecida por los vecinos de la Calzada.

 

 

 

Finalmente todos frente a la pantalla gigante instalada fueron parte de la ceremonia de canonización del nuevo santo José Sánchez del Río, celebrada en Roma poco después de las tres de la mañana hora local.

 

Como su nombre lo indica a placer o a voluntad el grupo musical DUETO REBECA Y JESÚS, de Morelia, Michoacán recreo a todos los asistentes, Al templo parroquial de Santiago Apóstol, este pasado 15 de octubre, con el concierto ofrecido con motivo de la canonización de San José Sánchez del Río, primer santo sahuayense, por lo que nos ofrecieron un el repertorio de música sacra, con piezas de los inmortales Mozart, Bach y Mendelssohn.

 

 

 

Concierto que fue ofrecido a los sahuayenses y visitantes por la administración municipal presidida por el Arq. Rodrigo Sánchez Zepeda a través de la Dirección de Cultura, a cargo de los Lic. Patricia Zamora Sánchez y la Secretaria de Cultura del Gobierno del Estado en coordinación con la Parroquia de Santiago Apóstol.

 

 

 

Poco después de que el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, acompañado de los postuladores que en el caso de "Joselito" fue el español Fidel González, presentó al Papa Francisco la petición de canonización y leyó una breve biografía de José Sánchez del Río.

 

 

 

Luego, de que el Papa Francisco pronunciara la fórmula en latín: "En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina, y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santos a los beatos".

 

 

 

Y continuó: "Y le inscribimos en el Catálogo de los Santos, y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honrados entre los santos".

 

 

 

Hecho este que fue aclamado, gritado, aplaudido y acompañado por las campanas de todos los templos católicos de la ciudad, en la plaza principal de esta ciudad, el entusiasmo, el júbilo eran vibrantes, tanto entre los presentes como en los conductores del evento, todos ellos exaltados por la euforia pese a ser pasadas las 3 y 15 de la madrugada del domingo 16 de octubre.

 

 

 

Después se llevó hacia el altar las reliquias de los nuevos santos, que en el caso del joven mexicano es un fragmento de la clavícula y que fueron llevadas por un chico de Sahuayo de 15 años, Jesús Eduardo Gálvez y por Mauricio Kuri, el actor que interpretó a Joselito en la película "La Cristiada".

 

 

 

Mientras que durante la misa, las ofrendas las llevará Xímena Guadalupe Magallon Gálvez, la niña que se curó por intercesión de Joselíto y que fue considerado el segundo milagro para poder ser canonizado.

 

Este domingo 16 de Octubre del 2016, en el lugar donde habrá de edificarse el templo para honrar la memoria del ya santo sahuayense, José Sánchez del Río, se realizó un programa conmemorativo para la celebración de este tan importante acontecimiento para la grey católica de la diócesis de Zamora y la de Sahuayo, eventos estos en los que participaron poco más de seis mil personas.

 

 

 

El programa dio inicio con las siguientes actividades, en Jiquilpan a las 07:00 a.m. Preparación del contingente para peregrinación rumbo a la explanada del Templo de San José Sánchez del Río.

 

 

 

07:40 a.m. Salida de la Procesión hacia la explanada del Templo de San José Sánchez del Río.

 

 

 

Ya en la Explanada donde habrá de edificarse el templo se realizaron los siguientes eventos: 08:30 a.m. Concelebración Eucarística en honor a San José Sánchez del Río. Presidida por el rector del seminario menor de los Combonianos el P. Francisco Ochoa Gracián.

 

 

 

12:00 p.m. Arribo de la cabalgata en honor al Beato José Sánchez del Río, misma que unió a varias centenas de jinetes venidos de Sahuayo, Jiquilpan, Cotija, los Reyes, Villamar y Marcos Castellanos quienes realizaron su recorrido desde la vecina población de Jiquilpan, hasta arribar a la explanada del Templo de San José Sánchez del Río. Para que posteriormente se oficiara la Santa Misa, presidida por Mons. Carlos Suárez Cazares, Obispo Auxiliar de Morelia.

 

 

 

01:30 p.m. Presentación Musical de Raúl Partida en la explanada del Templo de San José Sánchez del Río.

 

 

 

04:00 p.m. Presentación teatral “José Sánchez del Río” por la Casa de la Cultura Sahuayense. En la explanada del Templo de San José Sánchez del Río.

 

 

 

15:00 p.m. Inicio y Misa del recorrido de la Antorcha “José Sánchez del Río” en la explanada del Templo de San José Sánchez del Río. Preside el rector del Seminario de los Misioneros Oblatos de la Sagrada Familia.

 

El H. Ayuntamiento 2016 – 2018 presidido por el Arq. Rodrigo Sánchez Zepeda a través de la Dirección de Salud de Sahuayo en coordinación con la Clínica del ISSSTE, Hospital regional “Héctor Orozco”, Unidad Familiar del IMSSS, Centro de Salud de la localidad llamaron a los padres de familia a acudir a vacunar de manera gratuita a sus hijos, en la Tercera Semana Nacional de Salud que se llevó a cabo del 10 al 14 de octubre, bajo el lema “Mientras tú los quieres, las vacunas los protegen”.

 

 

 

Aplicándose las vacunas Triple Viral, biológico contra el sarampión, rubéola y parotiditis a niñas y niños de seis años de edad de nuevo ingreso a la primaria.

 

 

 

Mientras que a las niñas de quinto grado de primaria y no escolarizadas de 11 años de edad se les dará la primera dosis de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), durante estos días en los cuales los padres de familia llevaron a sus hijos a vacunar, a fin de que cuenten con su esquema completo de vacunación, de acuerdo con su edad.

 

 

 

Es importante aclarar que la vacunación es una acción permanente en las unidades médicas del Sistema Nacional de Salud, a donde se puede llevar a vacunar a los menores que requieran algún biológico para ir completando su esquema de vacunación.

 

 

 

La meta fue inmunizar especialmente a la población infantil, contra la poliomielitis, rubéola, sarampión, parotiditis, tétanos, difteria, hepatitis B, neumococo, rotavirus, tuberculosis y contra el Virus del Papiloma Humano.

 

 

 

El arranque de esta campaña se llevó a cabo en el Colegio Independencia, donde se dieron cita la Directora del plantel, Profa. Micaela Cruz Cruz; el Director de Salud del municipio, Dr. José Manuel Hinojosa Munguía; Dra. Teresa Alonso Navarro y Enfermera Mati Sánchez, del Centro de Salud; L. E. María del Socorro Verduzco Avalos, representando al IMSS; Enf. Silvia Cristina Navarro Segura del ISSSTE, Lic. Yolanda Marín del CONALEP.