SÍNTESIS BIOGRÁFICA DE  JOSÉ SÁNCHEZ DEL RÍO
Por Ing. Luis Ricardo Navarro Galvez
Dirección de Cultura
H. Ayuntamiento de Sahuayo


Nació en Sahuayo, Mich., el 28 de marzo de 1913. Perteneció  a la vanguardia del grupo local del A.C.J.M..

ADOLESCENCIA

El joven José  repetía con frecuencia la frase: “Ahora es tan fácil ganarse el cielo”.
El 31 de Julio de 1926 se decretó la suspensión del culto público, estallando la guerra Cristera que abarco gran parte de los Estados de Jalisco, Colima, Guanajuato y Michoacán. José tenía 13 años y 5 meses.
 Miguel, hermano mayor, decidió tomar las armas para defender  a su Iglesia, alistándose en las fuerzas del general cristero Ignacio Sánchez Ramírez.
José, viendo el valor de su hermano Miguel que se alistó  como cristero, pidió permiso a sus padres para hacer lo mismo. Su madre trató de disuadirlo, José le replicaba: “Mamá, nunca como ahora, es tan fácil ganar el cielo”. Su madre le dio permiso, por lo que le escribió al jefe cristero Don Prudencio Mendoza para suplicar que permitiera alistarse en la milicia de Cristo y que si no era  todavía capaz de manejar un arma serviría en otros menesteres  cuidando los caballos,  cocinando y ayudando a los soldados en sus quehaceres. Y agrega con ingenua sencillez: “Que sabía coser y freír frijoles”  Lo anterior le causo admiración al jefe y le respondió de la siguiente manera: “Si tu madre te da permiso, te acepto”.
La poca edad de José y su  fervor religioso le ganaron las simpatías de la tropa que le llamaban con cariño Tarsicio. Por las noches dirigía el rosario y animaba a la tropa a defender su fe, diciéndoles: “Hoy es fácil alcanzar el cielo”, y entonaba el canto: “al cielo, al cielo. Al cielo quiero ir”... Como  signo de confianza el general Mendoza lo nombró su clarín para que estuviera a su lado transmitiendo todas sus órdenes. Por su buen comportamiento, el general lo designó para que en los combates portara la bandera.
En un enfrentamiento que tuvieron las tropas cristeras del General Luis Guízar Morfín con los federales del General Tranquilino Mendoza,  en  el Nopal, ubicado entre Cotija y Jiquilpan, el día  6 de Febrero de  1928. Durante el combate mataron el caballo del general y al enterarse  José, se  bajó del suyo y le dijo con el garbo de un veterano: “Mi general, aquí está mi caballo, sálvese usted aunque a mí me maten, yo no hago falta y usted sí” y le entregó el caballo.  En esta batalla hicieron prisionero a José.


ESCENAS DE LA PRISION EN COTIJA

Encerrado en la cárcel, escribió esta carta a su madre, el lunes 6 de febrero:
“Mi querida mamá:
Fui hecho prisionero en combate este día. Creo que en los momentos actuales voy a morir, pero nada importa mamá.
Resígnate a la voluntad de Dios; yo muero muy contento, porque muero en la raya a lado de nuestro Dios. No te apures por mí que es lo que mortifica; antes diles a mis otros dos hermanos que sigan el ejemplo de su hermano el más chico, y tú has la voluntad de Dios. Ten valor y mándame la bendición junto con la de mi padre. Salúdame a todos por última vez y tu recibe por último el corazón de tu hijo que tanto te quiere y verte antes de morir deseaba.
José Sánchez del Río”

Ese carta lo guardó el oficial y no lo envío a  su destinataria, pero en Jiquilpan, Mich., dio su ropa a lavar y allí las lavanderas, lo encontraron y lo entregaron al sacerdote Antonio Rojas, que lo hizo llegar a la madre de José.

TRASLADADO A SAHUAYO

José y un compañero fueron trasladados de Cotija a Sahuayo, al otro día de ser aprehendidos, martes 7 de Febrero. Con los brazos amarrados los metieron a la parroquia de Santiago Apóstol y los encerraron en el baptisterio. A la llegada se dio aviso al diputado Rafael Picazo, padrino y tío de José que era quien encabezaba el grupo de civiles perseguidores de Católicos llamado “La Acordada” comunicándole la sentencia que sobre ellos se había dictado; Rafael Picazo extorsionó al padre de Joselito quien además, era su primo, pidiéndole $5,000 pesos en oro por el rescate de Joselito.
 
PROFANACION DEL TEMPLO

Estando encerrado en la Parroquia,  se percató José  que había convertido la casa de Dios en gallinero. En altar mayor estaban amarrados los gallos. Se deshizo de sus ataduras y esa noche se dedicó a matar los gallos,  al tiempo que decía: “El templo es casa de Dios y no lugar para estos animales”. Después se recostó en un rincón del templo y se durmió.
Al día siguiente, miércoles 8 de Febrero de 1928, al darse cuenta Picazo de la matanza de sus gallos, se presentó iracundo, enfrentándose a José le dijo: “¿Qué e has hecho José?”.  Le contestó “La casa de Dios es para venir a orar, no para refugio de animales”.


CARTA A LA TIA MARIA   

Ese mismo día, 10 de Febrero de 1928, pudo escribirle a su tía María, quien fue la que le estuvo enviando los alimentos desde que lo trajeron a Sahuayo.
“Sra. María Sánchez de Olmedo”
 Muy querida tía, estoy sentenciado a muerte. A las 8:30 se llegará el momento que tanto he deseado. Te doy las gracias por todos los favores que me hiciste tú y Magdalena. No me encuentro capaz de escribir a mi mamá tú me haces el favor de escribirle, también a María. Dile a Magdalena que conseguí que me permitieran verla por última vez y creo que no se negará a venir (para que le llevara la sagrada comunión antes del martirio). Salúdame a todos y tú recibe como siempre y por último el corazón de tu sobrino que mucho te quiere y verte desea. ¡Cristo vive, Cristo reina, Cristo impera y Santa María de Guadalupe!
Su tía Magdalena acudió a llevarle la comunión.


EL MARTIRIO
Al anochecer el 10 de Febrero trasladaron a José de la parroquia al mesón que habían convertido en cuartel, la calle Santiago. Ahí logra conseguir papel y lápiz para escribir la carta ya conocida, a la tía Magdalena. A las once de la noche lo sacan del cuartel y le llevan caminando al cementerio. Poco antes inicia el martirio desollándole las plantas de los pies. Durante el recorrido por la calle desierta de Insurgentes que conducía al cementerio, los vecinos escuchaban los gritos llenos de valor y fervor cristiano, que lanzaba en medio de la noche: ¡Viva Cristo Rey! Cuentan que pese a su martirio, su cara expresaba una mezcla de dolor y de alegría. Su cuerpo irradiaba la fuerza de su Fe que lo sostenía en su camino del calvario, imitando a Jesús y sostenido por Él. Al llegar al sitio destinado para la ejecución, él mismo se colocó junto a la que sería su tumba. Alfredo Amezcua, apodado,  “la Aguada” , quizá movido por la entereza del joven, se acercó y le preguntó qué le mandaba  decir a su papá como última voluntad. José le contesto: “que en el cielo nos vemos”, y si al estar siendo martirizado, ya no pudiera hablar, el movimiento de mis manos gritaran: “Viva Cristo Rey”
Cegado de rabia La Aguda ordenó a los soldados que lo apuñalaran para evitar que en el pueblo se escucharan los balazos. A cada puñalada gritaba ¡Viva Cristo Rey!
Hasta que Rafael Gil Martínez apodado “El Zamorano”, para callar aquellos gritos que lo enfurecían, sacó su pistola y disparó hiriéndole en la cabeza. Cayó al suelo bañado en sangre, susurrando: ¡Viva Cristo Rey! Al día siguiente, el cementerio estuvo custodiado por los soldados ya que el pueblo quería recoger sangre del mártir.   Años después la mamá de José, su cuñada  María Van Dick y Sabina Gómez, exhumaron los restos y los limpiaron, llevándolos a las catacumbas del Sagrado Corazón. Cuando se inició el proceso de beatificación, fueron trasladados al baptisterio de la parroquia de Santiago Apóstol, lugar donde estuvo encarcelado, y ahí se encuentra todavía.

El domingo 20 de noviembre del 2005, en el estadio Jalisco de Guadalajara ante 70,000 fieles se celebró la beatificación  del joven mártir José Sánchez del Rió. Presidió  la ceremonia enviado por el Papa Benedicto XVI, el Cardenal José Saraiva Martins. Durante  la ceremonia, el cielo se tiñó de un color púrpura similar a la sangre que los mártires   ofrecieron  por cristo rey
El próximo 16 de octubre a las 10:00 hs. Tiempo de Roma, 3:00 hs. Tiempo de México se llevara a cabo la solemne canonización en  ciudad del Vaticano precedida por el Papa  Francisco. En la ciudad de Sahuayo se celebraran ceremonias religiosas y culturales donde participará el pueblo de Sahuayo y miles de visitantes.